La boca del lobo
Todo empieza con una escena desoladora y silenciosa de una niña acercándose a una iglesia y a un puesto de vigilancia atacado. Se oye el tema musical durante los créditos que luego se repetirá a modo de leitmotiv cuando los soldados vayan de patrulla por las montañas.
La historia en “La boca del lobo” (1988), uno de los mejores films de Francisco Lombardi, es contada desde el punto de vista de un soldado ilusionado con hacer carrera, en un principio, pero luego desconcertado y decepcionado frente a los prejuicios, las injusticias y las secuelas de los enfrentamientos. La llegada al pueblo del Tnte. Roca (Gustavo Bueno) y su carácter enérgico frente al enemigo, parece llenar de esperanza al protagonista y narrador Vitin Luna, pero un ataque senderista y la respuesta del nuevo líder militar con una masacre de inocentes, empeora la situación. El Tnte. Roca deja de ser un modelo a seguir para convertirse en un personaje irracional y antagónico.
El guión de Augusto Cabada incluyó como tema central el caso de la detención, tortura y muerte de varios pobladores en la comunidad de Soccos en 1983.
La música de Bernardo Bonezzi refleja la tensión dramática de una puesta en escena realista que transmite la sensación de incertidumbre frente a la presencia invisible del enemigo, de quien aún no se tenía mucha información. El español Bonezzi compuso también otras bandas sonoras para Pedro Almodóvar, Luis Berlanga, Rafael Alcázar e Iciar Bollaín.
En “La casa rosada” (2016) de Palito Ortega se recrea el clima de inseguridad y miedo que sentían los ayacuchanos en la década del 80, a través de una creciente tensión, pero esta vez desde el punto de vista de un profesor universitario y su familia. Algunas escenas no escatiman en mostrar las torturas y el sufrimiento. Ambas películas fueron cuestionadas por una supuesta parcialización cuando en realidad podrían ser antibelicistas.
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