Una novia errante



  Tras discutir con su pareja en un bus, Inés se baja intempestivamente en medio de la carretera. Al ver que nadie más la sigue, se interna en el bosque. Un hombre le señala el camino al balneario de Mar de Pampas. Poco a poco ella se va relacionando con otros personajes del lugar quienes se definen en la medida en que interactúan con Inés: en una fiesta nocturna o durante un paseo por la playa.

  A través de varias llamadas telefónicas, Inés intenta reconciliarse con Miguel (Daniel Hendler) sin mucho éxito. Lo que podrían ser unas placenteras vacaciones no parecen serlo. La directora argentina Ana Katz filma e interpreta ella misma el desconcierto de una mujer frente a la soledad y el desamparo, en un lugar extraño pero apacible, en un espacio vacío que se va llenando con detalles.

  "Una novia errante" (2006) podría ser un film de vacaciones donde los espacios resultan relevantes para ir construyendo la historia. Una canción medio brasilera adquiere importancia. 

  "Los primeros planos, la ubicuidad de Katz pueden llegar a ser excesivos, un rasgo narcisista que bien combina con una generación específica cuyo horizonte es su ombligo", escribe Roger Koza. "Hay dos escenas que bien condensan esa diferencia generacional: Inés pasea por la costa, una persona se ahoga y mientras otros van al rescate ella observa distante. Más tarde, en un paseo en el bosque, se desmaya y se enferma. Germán la cuidará hasta que se reponga. Dos actitudes, dos modos de estar en el mundo".






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