Eastern promises



  El canadiense David Cronenberg ha desarrollado una experimentación narrativa y visual con temas cercanos al cine fantástico y la ciencia ficción que van desde la telepatía destructiva de los “scanners” (1980), la mutación corporal en “The fly” (1986) o las alucinaciones mentales en “The naked lunch” (1991), hasta el erotismo fetichista y macabro de “Crash” (1996) y los distintos niveles de realidad virtual en “Existenz” (1999). Sus personajes pasan por experiencias algo traumáticas. Pero en “A history of violence" (2005) Cronemberg se aleja de sus anteriores films. Aquí Tom (Mortensen) debe abandonar por un tiempo a su familia y su negocio para arreglar cuentas con el pasado representado por su hermano y los tipos que alguna vez frecuentó.

   En “Eastern promises”
(2007) la enfermera Anna (Naomi Watts) intenta saber algo más sobre una chica rusa que ha muerto luego de dar a luz en el hospital. Entre sus pertenencias encuentra un diario y una tarjeta con la dirección de un restaurante londinense administrado por el ruso Semyon, un tipo cordial que toca el violín pero no recuerda a la chica rusa, aunque promete traducir el diario.

  El chofer Nikolai (Viggo Mortensen) y Kirill (Vincent Cassel) acompañan al barbero Azim para deshacerse del cuerpo de un checheno. Azim pide algo más de respeto, entonces Kirill saca varios billetes para Azim diciéndole: “money is respect”. Así son las cosas para la mafia rusa.
 

  Anna regresa al restaurant de Semyon quien se disculpa por no haber traducido el diario. El chofer Nikolai ofrece llevarla a su casa. Ella le pregunta si llegó a conocer a la chica rusa Tatiana. Nikolai ha conocido un montón de chicas llamadas Tatiana. Su serenidad y astucia contrastan con la vehemencia de Kirill.
 

  Los gánsteres de “Eastern promises” no pertenecen al arquetipo exaltado de Cagney, De Niro, Kitano o Jhonnie To, sino al tipo frio y calculador creado por Coppola o Melville. Como si fuera un yakuza, Nikolai muestra sus tatuajes conseguidos en la cárcel a varios miembros de la "vory v zakone" reunidos en el restaurant de Semyon. Mortensen había interpretado a un ex convicto dentro de una mafia importada en “American yakuza” (1993) de Frank Cappello.

  En un burdel, Kirill pregunta a Nikolai por qué no escoge una chica. El chofer no parce muy entusiasmado. Kirill lo obliga a elegir y demostrar su masculinidad frente a él. Esto determina la ambigüedad en las acciones y deseos de ambos personajes, y confirma a priori lo que el diario de Tatiana revela más adelante: que el bebe es producto de una violación en la que estarían involucrados Semyon y su hijo Kirill.

  En el hospital donde permanece el bebe de Tatiana, Semyon reconoce que su hijo cometió un error y le pide a Anna el diario original para evitar problemas. Anna se involucra peligrosamente con un submundo familiar de orígenes rusos. La trama se enturbia cuando los hermanos del chechenio, en venganza, tratan de matar a Nikolai confundiéndolo con Kirill.

   Cronenberg se interesa por la naturaleza humana, por los rasgos internos detrás de una aparente normalidad, por el lado sensible dentro de un submundo criminal, por la ética que prevalece en la profundidad del mal. En algún momento Ana pregunta a Nikolai cómo es posible que siga haciendo lo que hace. La ambigüedad y dualidad en su comportamiento son esclarecidas cuando se revela su identidad y se replantea la historia.



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