Ella


   Conocido por haber llevado a la pantalla grande algunas obras de la literatura peruana como "El caso Banchero" (Muerte de un magnate), "No una sino muchas muertes" (Maruja en el infierno), "La ciudad y los perros", "Pantaleón y las visitadoras", "No se lo digas a nadie" o "Tinta roja", esta vez Francisco Lombardi presenta una historia propia escrita junto a Eduardo Mendoza; un falso thriller con una narrativa enfocada en los elementos visuales. 
 
   La relación entre el pintor Alfredo (Paul Vega) y su modelo y pareja Luna (Patricia Garza) se da mayormente en el espacio cerrado de un departamento. Algo que comparte Alfredo con otros pintores es la parquedad, la falta de inspiración y cierta obsesión. Tras una discusión, Luna sufre un accidente fatal y Alfredo esconde el cuerpo inerte en el baño; su presencia crea una sensación de macabra belleza, al igual que en el cortometraje "Un cuerpo desnudo", también de Lombardi. La música de Omar Raez transmite una sensación inquietante. Alfredo coge el celular de Luna y recibe una llamada inesperada de un amigo (Rómulo Assereto). Entonces se inicia un seguimiento casi policial que concluirá en un inevitable encuentro.  El pintor deja de ser el centro de la historia, cuando lleva a su casa a un tercer personaje de personalidad no muy definida. "Ella" (2010) aborda un camino nuevo desde el punto de vista formal, en la filmografía del director tacneño. “Su coherencia interna; su lógica narrativa; su estética audiovisual fría y minimalista; las tomas largas y silenciosas; son indicios de adaptabilidad”, escribe Oscar Contreras.
 
  «Hay un lado chabroliano en esta historia de atracción y repulsión que convierte a la casa-taller de Alfredo en escenario de un juego de la verdad que pasa por el encierro de los personajes y por una caída de máscaras. Si la puesta en escena es ese arte de manejo del espacio y del tiempo en función de una historia y la verdad de unos personajes, "Ella" es una muestra de la madurez alcanzada por el más constante de nuestros cineastas».
  → Federico de Cárdenas

  “Además del escaso rigor que se ve en la dirección actoral de los roles secundarios, (Lombardi) nos endilga una conversación pesada, discursiva, digresión innecesaria sobre 'el arte y la vida', preparatoria del 'suceso artístico' que priva a Ella de una mejor resolución”.
   → Gabriel Quispe.





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