The ballad of Cable Hogue



   “Mañana los pordioseros pueden ser reyes”, canta Richard Gillis al inicio cuando Cable Hogue es abandonado a su suerte por unos tipos en medio del desierto. Al borde de la muerte y casi por suerte divina descubre agua. “Y allí estaré todavía sonriendo cuando caiga el sol” continúa la canción mientras el desventurado Cable Hogue consigue sobreponerse a la adversidad y emprender una nueva vida, aunque la idea de venganza contra quienes lo traicionaron permanecerá en su mente. Por suerte, el banquero del pueblo acepta prestarle más de lo que pide para empezar a construir una posada y vender agua a las diligencias que cruzan las áridas tierras. 

   El agua es un elemento vital en las tierras del mítico oeste, como en "Once upon a time in the west". El agua es una fuente de riqueza, como el petróleo en "There will be blood" de Paul T. Anderson, pero Robards no es tan desalmado como Daniel Day-Lewis; es ambicioso pero menos manipulador. Y aunque le queda tiempo para el amor con una rubia, el final no es alentador en "The ballad of Cable Hogue" (1970). 

   Los personajes tienen rasgos que les dan cierta autenticidad y particularidad, viviendo un poco al margen, lejos de la ciudad. Cable Hogue trata de justificarse a sí mismo: “Todos tenemos nuestra propia vida... En la ciudad no sería nadie”, le dice a Hildy. Ellos ven la vida de diferentes formas al igual que Bennie y Elita en "Bring me the head of Alfredo García", sin embargo sus destinos parecen irremediablemente inevitables como alguien señalara. El reverendo Joshua Sloane interpreta la Biblia a su manera con frases como “errar es humano, perdonar es divino”. Es un predicador que no puede refrenar sus pasiones. La rubia prostituta Hildy deja el pueblo y su oficio para vivir con Cable e iniciar una romance que la redime, aunque pronto revela que no se quedará por mucho tiempo.

   “Es una historia de amor”, dijo alguna vez el director Sam Peckinpah sobre este polvoriento y crepuscular western que parece distanciarse de aquella tan criticada estética de la violencia en “The wild bunch” (1969). Cuando Cable Hogue logra finalmente su cometido, aparece inesperadamente un automóvil en medio del desierto, como un símbolo del progreso, la modernidad y el fin de una época y una mitología individualista. 


   Jason Robards voverá a trabajar con Sam Peckinpah en "Pat Garrett and Billy the Kid". La lista de colaboraciones con otros directores incluye a Sergio Leone ("Once upon a time in the west"), Henry King ("Tender is the night"), Sydney Lumet ("Long Day’s Journey Into Night"), John Sturges ("Hour of the Gun"), Richard Fleischer (Tora! Tora! Tora!) y Alan J.Pakula" (All the president’s men)."I've always played disintegrated characters", dijo alguna vez el actor de Chicago.





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