El tiempo recobrado



   “Si Liverpool no existiera habría que inventarla”, diría el pintor Felician Myrbach.

   Un tren elevado avanza hacia un imponente edificio en una ciudad del pasado en blanco y negro como si fuera una metropolis del futuro.

   “Dejamos el lugar que amamos… pasamos toda una vida intentando recuperarlo”. 

   El interior de una iglesia iluminada por las velas.

  “Amamos el lugar que odiamos. Después odiamos el lugar que amamos”.

  Las inútiles oraciones no fueron un alivio para el alma. No hubo respuesta de Dios; solo un enorme vacío. La cámara desciende en un travelling vertical mostrando los altos y elaborados vitrales, los cuadros religiosos, un pequeño altar. “Limpieza emergente y gratitud a Dios”. Retratos de santos: uno de ellos abrazando un crucifijo. Hoy la iglesia se ha convertido en un restaurant elegante. “Ahora la congregación puede comer y beber a la vista de Dios”.

    Las multitudes de Liverpool abarrotaban las playas y las piscinas, los trenes, también los estadios de futbol: cuando todavía no era vendible y se sabía perder.

   
Las imágenes de archivo en
“Of time and the city” (2008) parecen proyectar el significado de algunas citas literarias o intentan reflejar cuestiones personales. Davies confiesa que el vacío en su alma de juventud lo llenó con música, poesía, cine y lucha libre. “Musicales, melodramas, western, nada era demasiado rico o pobre para mi voraz apetito”. “Aquí estaba mi mundo entero. Home, school, the movies and the God. Tú que maldices y no das consuelo”. La imagen de Cristo con una corona de espinas. 

   En el documental de Terence Davies, las imágenes del pasado pierden objetividad al intentar reflejar los recuerdos, al buscar recobrar los rincones perdidos en el tiempo. Un niño en bicicleta deja una botella en la puerta de una casa; una mujer lava la ropa.      


   La escena de una mujer limpiando una ventana se parece a otra recreada mediante un travelling frontal con la voz de Ella Fitzgerald en “Distant voices, still lives” (1988), primer largometraje del director donde la historia de una familia regida por la autoridad paternal avanza intercambiando siempre los tiempos y lugares, alegrias y tristezas. La madre, los hermanos y amigos cantan canciones populares en reuniones y fiestas.

   El británico Davies revela haberse inspirado en el mediometraje “Listen to Britain” (1942) donde hay momentos intensos y emotivos: una multitud en un teatro convertido en gran pista de baile, soldados en blanco y negro, es decir, la esencia de ser británico. En este documental de Humphrey Jennings, el tiempo y la memoria se extienden como ondas en el agua. 

 


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