La vieja escuela

 

   Los films del director serbio Želimir Žilnik excluyen elementos superficiales en relación con los personajes y la narrativa para poder capturar de manera más auténtica la realidad social. Sus películas de ficción tienen la veracidad de un documental, y sus documentales son tan intensos como sus películas de ficción, dice Marko Stojiljković. 

  Al inicio de "The old school of capitalism" (2009) vemos manifestaciones en las calles de Belgrado contra las instituciones del gobierno que han privatizado empresas públicas para beneficiar a ineficientes propietarios, dejando que la mayoría de factorías sean declaradas en bancarrota. 

  Un grupo de trabajadores recupera una caja fuerte de una factoría abandonada. Dos propietarios buscan apoyo del alcalde porque no pueden devolver las empresas a los obreros. La situación se vuelve más compleja cuando los dueños de la factoría se alejan de la ciudad con sus familias, a fin de evitar represalias, y unos anarquistas los secuestran para confrontarlos con los trabajadores. Los dueños han vendido las máquinas, y ahora prometen reactivar la empresa con ayuda de inversionistas rusos. Su lema es "todos son mis amigos; nadie mi enemigo". En esta discusión laboral, cada uno de los involucrados tiene un particular punto de vista


—¿Qué clase de sistema quieren?– pregunta uno de los propietarios.
—Una sociedad libre e igualitaria— responde el anarquista
—¿Cómo debería ser creada?– pregunta un trabajador
—Tomando fábricas. Organizándonos. Que los trabajadores decidan— dice el anarquista
—No somos managers– dice uno de los trabajadores.
 

   En "The old school of capitalism", los personajes de Žilnik se enfrentan y tratan de encontrarle solución a un problema real de una forma confrontacional y directa. Mientras los obreros intentan recuperar la fábrica, los dueños tienen una posición más bien de “sálvese quien pueda”. Esta disyuntiva entre clases podría incluir a un personaje de Jean Paul Sartre. En el cuento “La infancia de un jefe”, el industrial Fleurier explica a su hijo Luciano los deberes de un patrón fastidiado porque si hacía buenos negocios, todos se beneficiaban, pero si cerraba la fábrica, los obreros protestaban. 

  En el documental "Tito among the serbs for the second time" (1994), Želimir Žilnik revive a una figura política de la ex Yugoslavia para realizar un psicoanálisis colectivo a través de una imagen histórica que se pasea por las calles con su uniforme y genera reacciones de nostalgia o crítica entre los serbios transeúntes de la ciudad. El documental sugiere que la desaparición de las promesas utópicas del régimen comunista de Tito —hermandad, unidad, empleo y estándar de vida— creó entre los serbios, un malestar sociológico y psicológico que el nacionalismo étnico populista y autoritario promete curar 1.
 
   Estos mecanismos internos que sostienen el odio y la propaganda autoritaria en Serbia hacen pensar en una falta de humanismo y en un "vacío ético". Si en el socialismo, la libertad es restringida, en el liberalismo esa libertad depende de las interacciones económicas en el mercado. Ambas ideologías creadas por los pensadores de la ilustración, promueven la ciencia y la tecnología, y buscan organizar la sociedad a partir de una teoría económica, sostiene Johan Leuridan. La fe en la razón ha creado estas utopías, y “todos los que no creen en un progreso dirigido por la razón, la ciencia y la tecnología, no tienen la razón” 2.

 

 Notas 

1. Zoran Samardzija: "Tito's image and working through the communist past". Senses of Cinema. Issue 103. 2022 
2. Johan Leuridan Huys: “Los nuevos ateos y la Ilustración”. Mayo del 2024. Facebook 

 

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